Mi lista de blogs

lunes, 19 de abril de 2010

LA FAMILIA, LOS NIÑOS Y LOS VALORES

EN UN BLOG DE MAESTRAS JARDINERAS, UNA PROPUESTA INTERESANTE PARA DEBATIR CON LOS PADRES...




El comportamiento humano está regido por unos principios o valores que son el pilar de la sociedad. Todos vemos, vivimos y sufrimos a diario las consecuencias que ha tenido en nuestra sociedad el descuido de la educación en valores.
Los niños tienen cada vez mayor acceso por la televisión, los juegos electrónicos y otros medios a contenidos que les enseñan violencia, odio, muerte y competencia y si no aprenden desde temprana edad a discernir lo que está bien de lo que está mal, difícilmente lo aprenderán cuando sean adolescentes o adultos. Educar a los niños en valores les permitirá tomar decisiones más acertadas durante toda su vida y esto a su vez los hará personas más seguras, plenas y felices.
La enseñanza de los valores se inicia en el hogar, promovida por el ser y el hacer de los padres y otros adultos significativos para el niño; más tarde, en la escuela estos valores deberán ser ampliados y fortalecidos.
  • ¿Cómo enseñar valores a los niños?

    Los niños pequeños aprenden con el ejemplo, por lo tanto enseñar a los niños y niñas los valores implica un compromiso personal. Es necesario dar el ejemplo con actos y palabras para que los niños los asimilen, los imiten y los vivan.
    Antes que nada es necesario que cada familia tenga muy claros cuáles son los valores que considera más importantes y que por lo tanto, quiera inculcar a sus hijos. Después debe asegurarse de que los niños entienden qué significa cada uno de esos valores.
    A continuación se dan algunos ejemplos de conductas y actividades que ayudarán a los niños a vivir algunos valores:

  • Generosidad :


La generosidad es la propensión del ánimo de una persona a ser útil e interesada a otro ser mostrando nobleza, valor y esfuerzo. Las personas generosas son nobles, desprendidas y dadivosas.
Los niños deben aprender a actuar a favor de otras personas sin esperar nada a cambio, para lo que deben ser educados poco a poco. Los niños aprenden a ser generosos cuando son animados a:
-Ceder sus juguetes en el juego
-Comprender que significa ser generoso y qué significa ser egoísta.
-Compartir sus juguetes y caramelos
-Además, para que los niños sean generosos es necesario que:
-Vivan en un ambiente de participación y servicio
-Vean que sus padres ayudan a otros padres y les hacen favores
-Identifiquen las necesidades de los demás



  • Obediencia:

La obediencia es una actitud de colaboración y participación. Para que un niño aprenda a ser obediente debe explicársele el porqué de las cosas que se le piden.
Para que un niño aprenda a ser obediente es necesario:
-Que sepa qué es lo que sus padres o maestros quieren
-Entienda la satisfacción que su obediencia producirá
-Entienda el valor y la razón de cada orden
-Tenga claras cuáles son sus obligaciones y sus deberes
-Tenga reglas claras en la casa y en la escuela
-Sienta la aprobación de sus padres o maestros cuando es obediente
-Sienta que si desobedece no consigue lo que quiere

  • Perseverancia:

La perseverancia es alcanzar lo que se propone buscando soluciones a las dificultades que puedan surgir. Es un esfuerzo continuo. Una persona perseverante es menos propensa a dejarse llevar por lo fácil y lo cómodo. La perseverancia brindará a los niños estabilidad, madurez y confianza en sí mismos.
Los niños aprenden a ser perseverantes primero, con el ejemplo de sus padres y luego:
-A través de sus deberes
-Los problemas y dificultades que se le presentan
-Jugando, perdiendo o ganando
-Con sus ilusiones y sus metas
-Sintiendo el apoyo de sus padres
-Sabiendo que se puede aprender tanto de las experiencias malas como de las buenas
-Percatándose de que vale la pena luchar por lo que se quiere
-Cuando tiene que cumplir una tara para conseguir lo que quiere
-Teniendo en cuenta sus triunfos y éxitos
-Recibiendo felicitaciones por sus logros
-Identificando sus errores y procurando no repetirlos
-Cuando reciben estímulos de sus padres
-Haciendo manualidades

  • Respeto al bien común:

El niño debe aprender desde pequeño a respetar los bienes comunes que hay en la casa o en la escuela así como los bienes sociales como parques, bibliotecas, monumentos, cines, museos, etc. Los niños pueden aprender este valor con :

-el ejemplo de sus padres y observando las señales de los sitios públicos
-Acudiendo con frecuencia a bibliotecas, museos, parques y otros sitios públicos
-Estando en contacto con la naturaleza y conociendo su valor y los beneficios que nos brinda
-A través de actividades grupales como talleres de reciclaje

  • Tolerancia :

Ser tolerante es ser respetuoso y considerado con los demás, aún cuando sus ideas, creencias o prácticas sean diferentes a las nuestras. Para que los niños aprendan a ser tolerantes debe invitárseles a:
-Escuchar a los demás
-Escuchar las opiniones de sus amiguitos
-Ponerse de acuerdo con sus amigos con respecto al juego
-Conocer diferentes culturas
-Viajar con la familia
-Evitar burlarse de los demás
-Responsabilidad
La responsabilidad guarda relación con el asumir las consecuencias de todos aquellos actos que realizamos en forma consciente e intencionada. Los niños aprenden a ser responsables cuando:
-Les permitimos que hagan sus deberes por ellos mismos
-Tenemos confianza en ellos y se lo demostramos
-Evitamos hacer por ellos lo que son capaces de hacer según su edad.

  • Tips para la enseñanza de valores


-Leer cuentos que hablen sobre algún valor en especial es una buena manera de ayudar a los niños lo que significa ese valor.
-Organice juegos en familia donde se promuevan los valores.
-Designe una semana para fomentar algún valor en especial. Esa semana lea cuentos sobre el tema y organice actividades para fomentar ese valor hasta que se asegure de que los niños lo han entendido y pueden aplicarlo a situaciones diarias.
-Reconozca al niño cada vez que actúe de acuerdo con el código de valores que usted quiere inculcarle.

lunes, 12 de abril de 2010

EDUCACIÓN MORAL

"LA IMPORTANCIA DE EDUCAR MORALMENTE A NUESTROS NIÑOS"








La educación moral debe ser considerada como una construcción en la cual la escuela, la familia, los iguales, tienen un papel muy importante. A pesar de que la familia se considera el primer núcleo de socialización del individuo y, por ende, el primer ente transmisor de valores, las instituciones de educación inicial y, en especial, el grupo clase es uno de los núcleos de integración de valores. Los programas relacionados con valores para la primera infancia y la educación familiar pueden contribuir a este esfuerzo de preservar los valores sociales, éticos y morales reforzando las capacidades de los padres y maestros para criar y educar a los niños, proporcionándoles a éstos un entorno adecuado para que puedan crecer, jugar, aprender y cuidar los valores deseados culturalmente.

Wynne (1986) c.p. Woolfolk (1996) confirma ese planteamiento al afirmar que a los niños se les debe enseñar no sólo a adoptar principios morales abstractos, sino a comportarse en forma moral en los aspectos cotidianos de la vida. De hecho, todas las personas e instituciones deuna sociedad – familia, escuelas, instituciones religiosas, organizaciones de la comunidad, medios de comunicación social– deben modelar y enseñar los valores morales. Más aún, en los actuales momentos cuando cada día debemos enfrentarnos al aumento de la criminalidad, al abuso de drogas, la violencia, a la discriminación racial y a la desintegración de la familia, no podemos dejar a un solo grupo la educación moral; todas las instituciones, incluyendo las escuelas, deben asumir esta responsabilidad.
Por ello creemos de importancia capital, ofrecer desde la institución educativa los conocimientos, procedimientos y actitudes que hagan posible la construcción de criterios morales propios, derivados de la razón y el diálogo. Y pensamos que todo este trabajo se debe iniciar en el Nivel de Educación Inicial, es decir, desde los 0 hasta los seis años.



Orientaciones didácticas para una acertada formación moral que permita a padres y docentes obrar con pautas claras en esta área


Según López y Araujo (2000) los valores se forman durante los primeros años de vida, se desarrollan lentamente, en un proceso que se da a lo largo de la vida y que tiene que ver con la formación del carácter, entendiéndose este último como aquello que regula el comportamiento moral de la persona.
Así pues, las nociones de bien o de mal, de positivo y de negativo, de libertad y de responsabilidad, se forman en los primeros años de vida. De allí la importancia de estimular su desarrollo desde la fase maternal y preescolar, mediante la estimulación de comportamientos como el orden, el cuidado de las cosas, la práctica de hábitos de higiene, alimentación y sueño, la paciencia, la amistad, la comprensión y la aceptación de normas de convivencia social.
Entonces pues, es indispensable ofrecer a través de las instituciones educativas desde el Nivel Inicial conocimientos, procedimientos y actitudes que promuevan la formación de personas comprometidas con su sociedad: solidarias, justas, sinceras, capaces de ponerse en el lugar del otro, honradas, etc. y, lo que es más importante, que sepan dar continuidad a la educación en valores. Para ello se requiere que los educadores reflexionen sobre su práctica educativa y cuenten con modelos de posibles actividades sistematizadas que los orienten en el trabajo con sus alumnos, ayudándolos a ir diseñando, a partir de éstos, una metodología propia en función de las necesidades de su entorno educativo. Asimismo, es conveniente proveer a los padres y docentes de lineamientos que les permitan abordar sistemática e intencionalmente esta importante área con el propósito de contribuir en la formación moral de los niños desde el Nivel Inicial integrando esfuerzos escuela–familia y sociedad, transmitiendo en sintonía valores humanos fundamentales dirigidos a la formación de una nueva sociedad y de una nueva cultura.

En síntesis, la idea es que en los diferentes ambientes donde se desenvuelva el niño, padres y docentes se aboquen a fomentar la educación en valores en una forma sistemática e intencional con el objetivo de que los niños desde temprana edad se habitúen a practicar conductas prosociales y, más adelante, se conviertan en adultos críticos con una sólida fundamentación en valores y capaces de transformar la realidad donde les tocará vivir en un mundo solidario y en paz.